En la octava beta el resultado ha vuelto a subir, a 58 de nuevo.
Le han hecho una ecografía a Yola y tiene un bultito de 9,75 mm. en una trompa. Casi un centímetro.
Ese bultito debe ser nuestro David Copperfield, que eligió mal lugar para esconderse. Porque cuando le hicieron las ecos para la FIV no estaba.
No me extraña que la pobre no pare de sangrar.
Nos vuelve a repetir la doctora que estas cosas ocurren muy raramente y que con la inyección (esta 2ª que le ha puesto hoy) debería bajar definitivamente.
Estamos citadas de nuevo el viernes para la novena beta.
Ay si este embrión llega a agarrar en buen sitio!!! Es todo un luchador.
Tenemos, como véis, sentimientos ambivalentes, teniendo en cuenta que venimos de intentar abortarlo.
Qué difícil es esto.